SEMINARIO WICCA EN PARAGUAY

Con la participación de casi un centenar de personas, culminó ayer el Primer Seminario Paraguayo “El camino de la Diosa”, organizado por la Asociación Paraguaya de Religión y Filosofía JICA. El evento reunió a seguidores de esta religión pagana en el Unión Club y estuvo a cargo de expertos en la materia y estudiosos de teología de las religiones antiguas.
La wicca es una religión neopagana, popularizada a partir de 1954 por el británico Gerald B. Gardner como un “renacimiento” de la antigua religión de la brujería. Está presente y reconocida como religión en varios países del mundo. En Latinoamérica ha crecido el número de practicantes en las últimas décadas, por el acceso a información a través de Internet y la publicación de libros importantes traducidos al castellano.
La wicca gira en torno a dos dioses principales, el Dios y la Diosa, que encarnan las fuerzas de la naturaleza y corresponden a la mitología asociada a los cultos de la fertilidad.El seminario contó con los auspicios de la Asociación Paraguaya de JICA (Aapawicca), que tiene su página web: www.apawicca.org.

LA WICCA NOS ENSEÑA A CENTRARNOS EN LO POSITIVO

Siempre vemos lo que está mal con las personas. Eso es fácil. Pero no es tan fácil penetrar dentro del corazón de lo que es bueno acerca de una persona. La Wicca nos enseña a ver más allá de lo externo y mirar el alma. A menudo decía mi Maestro: "No mires el envase, mira lo que está dentro". Hoy, cuando estés en una reunión o en una fila o sentado durante la cena con un amigo o mirándote fijamente en el espejo, busca lo bueno dentro de las personas que miras. Mira la belleza y la santidad dentro de ellas. Encuentra lo positivo; está allí si miras con la suficiente atención.

A pesar de la agonía de ver el sufrimiento de un amigo o ser amado, queremos recordar siempre el principio espiritual: no hay coerción en la espiritualidad. No podemos forzar nuestras opiniones sobre los demás aunque pueda que pensemos que es para su beneficio. No somos los policías de la Diosa o del Dios. Solo podemos compartir con un corazón abierto y dejar que la Luz se encargue del resto. ¿Hay alguien que viene a tu mente al leer esto hoy? ¿A quién estás coaccionando para creer, hacer o decir lo que tú piensas que es correcto? Medita y eleva tu alma.